Avistamiento Para Michel Behlok Schoenborn
Llegué hasta ti, hijo,
desde la sal
y el ajuste de cuentas.
Eres mi obra.
Puse en ti un ruido,
un paisaje a veces enjaulado
y no tenemos más opción
que modelarnos uno al otro,
escucharnos crujir,
comprobar con eso
que
recorremos juntos un camino,
para luego obedecer
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