Entradas

Mostrando entradas de enero, 2022

REFLEXIÓN ANTE EL REFLEJO

  Soy feliz cuando me observo en el espejo y veo mi rostro carcomido por los años. Por los caminos he ido dejando millones de mis partículas, consumiendo mi cuerpo, desalojando el alma. He ido quedando esparcida por la tierra como un raro fertilizante bajo las piedras. Soy feliz, porque sólo lo que acaba es verdadero y si estoy muriendo es porque existo. He vivido 3.200 domingos. Hoy es uno de ellos.

SOMBRA ILÍCITA

  Cuando era niña amaba el teatro de sombras, manos contra dedos, ambos contra la luz. Brazos y palitos, plumas y sueños, imaginación, monstruos. Así aprendí a engañar a la luz, también burlaba a las sombras. Qué fácil mentirle al ojo, qué vulnerable lo visible. Sombras sobre sombras, luces contra luces, embaucándose entre sí, traicionando al opuesto. Qué misterio tenían aquellas sombras, qué extraños significados, ¿qué me decían de la vida y de la gente? tal vez, que así miramos al escenario, hacia donde solo aparecen siluetas sin siquiera sospechar por un instante que cada sombra tiene mil nombres, que todo en la vida se trata de engañar miradas ajenas, de ajustarse entre luz y oscuridad hasta lucir estampas que todos reconozcan. Mi teatro de sombras: la comedia del mundo en la perturbación del ojo, el lenguaje impreciso de un disfraz a mansalva, la imposición de lo eternamente mentido. Forzados por siempre a contradecir lo real. No

ESCRITURA DEL PLEISTOCENO

  Dormí tres siglos. Bebí dos leguas. Amé tres cuartos. Caminé un millón. Bailé un decibel. Corrí cinco claridades. Escuché quince pares. Creí hacia el centro. Acorralé un trillón. Pervertí un centímetro. Desarrugué seis litros. Enfrasqué ocho inconclusos. Estrujé cuatro bisiestos. Escribí diez mil neutrones. Así fue. Todas mis mediciones entrechocaron.  Nunca logré encajar.

TALLER DE ESCRITURA

  Estas palabras están escapando    ahora mismo del poema, no quieren permanecer en él.   Quieren volverse agua de mariposas y transformarse en tres olvidos.   No quieren ser poema.   Quieren llegar lo más lejos posible hasta donde ellas nunca existieron, hasta donde nadie las hubo escrito, hasta el silencio con sus dedos cortados y su desperdicio sonoro de sangre.   Mira cómo se van las palabras.   Mira cómo va desapareciendo el poema.   Míralo qué bello, qué extraña rotura con su olor de madera.   Míralo.   Nadie lo escribe. Nadie lo lee. Nadie lo escucha. Ha nacido al fin el poema perfecto.

CUBA

  No sé qué me traigo Cuba. Detrás de las puertas cerradas, ventanas a sangre y fuego, una tierra incomprensible con aliento a metal vivo.   Las mujeres, sus mordiscos a muerte, terror al estruendo de sus gritos, a su ruido bello y venenoso. Cuba: más que isla. Un solo cuerpo flotando por la serranía y el cielo, un océano obedeciendo y haciéndose obedecer. Cuba. Soñar un sueño sobre otro sueño, sobre otro sueño. Un sueño que se prolonga hacia su propia medida, curando una cicatriz. Los hombres forcejean y silban, embuten luz en su mente,                   teorizan, también engañan e insultan. En las noches, tocan bongos en policromía para acariciar la tierra con tristezas y olor de naranja. Por los bulevares casas abatidas, olvido que olvidó olvidarse. Seres del más allá sacándose los ojos     unos a otros. No sé qué me dejó esta tierra extrañamente sinfónica. Piedras sobre más piedras, como mujeres gigantes, esparciendo

AYLAN KURDI (Para los niños sirios caídos)

  Ese era tu hijo. Y también era el mío. También era hijo de Tom Smith, de May Yan Fion Yim, de Ömer Kirazo ğ lu, de Roberto Rodr í guez, de Rushabh Jintendra Gada, de Isaac Levy, de Kiriko Fuji, de Jacques Bourgeois, de Nur Faiza Mohamad Sadik, de Igor Ivanov y de Annalena Katharina Henssen. Era el hijo de todos. Entonces, ¿por qué solamente lloras tú?

AMBIVALENTE

  No puedo escribirte poemas porque aún existes. Sigues en los subterráneos secretos donde está todo lo relativo a la rosa, donde los silencios resguardan todo lo relativo a tu cuerpo.   No intentaré escribirte poemas porque sé relatar todas las batallas, menos las que esperan en los paraísos, las fantasías que el sueño realiza. No intentaré escribirte hasta que te ocultes definitivamente y pueda entonces sufrir; cuando se transforme en imposible tu mano,   y entonces sí, escribiré al fin tu poema.          

COLISIÓN

  Nada había entre nosotros, apenas algunos fracasos, un par de dedos taciturnos, nada que alcanzáramos a comprender. Pero una señal se prendía en los versos y furiosamente leíamos poemas,   día tras día, noche tras noche,   y mientras tanto,   crecía hierba embrujada en el malecón.

CUESTIONARIO

  Si los muros fueran eso que miras y si las palabras fueran eso que escribes y si la música no fuera tan embustera, tan coqueta y complaciente con todos. Si de algo sirviera esta duda y si al menos llegaras mañana.

FRUTAL

  Te regalo esta mandarina.   Apriétala en tu mano hasta que canten sus jugos, escucharás así la canción que le he enseñado.   Luego, antes de que caiga su última gota, dime si te cuenta el secreto.

REPARACIONES LOCATIVAS

  Si se te cae el corazón y se rompe, recoge sus pedazos y pégalos. Cuélgalo de nuevo en tu pecho o engánchalo en una puntilla o mejor en un garfio sagrado.   Búscale un apoyo de acero y de sueños.   Algo que lo ponga a salvo de sí mismo, de su delicada esencia de cristal lluvioso.

Ante un cuadro de Dalí

  Hoy la ropa me queda grande. Siento las mangas de la blusa extenderse hasta el infinito y revolotea entre ellas mi pecho reducido a un punto desvalido.   Los pantalones son bolsas gigantes, altos muros de tela que intento escalar. Floto indefensa dentro de esta ropa. Soy yo misma contra mí, con esta pequeñez desatada, en un universo tan inmenso,                    tan inalcanzable.   Trato de salvarme pronunciando tu nombre            o el de mis padres, gritando el de mi vieja amiga,          - la que olvidé a golpes- o el de esa mujer que hace veinte años vi fallecer sobre el pavimento. El azul de mi nostalgia tampoco es el azul de este traje. Hoy todos los azules desentonan, inmensos como mi noche cuya tristeza aún no termina o porque este planeta es azul, de un azul sin remedio, sulfuroso y hambriento.

FRENTE A FRENTE

  Todo lo habría creído si no fuera por las guerras. Cuántos abrazos habría dado si no fuera porque hay algo desconocido en las miradas. Hubo almas esperándome, seres pequeños e indefensos soñaban conmigo, estaban debajo de arenas movedizas, pero no los pude ver a causa del ruido en los discursos, de los diarios infectando los cestos de basura. Y vivía junto a mí una flor mágica con un pétalo imposible, también un animal mitológico que me seducía en varias lenguas, y pasé de largo, pues las tormentas del mundo me hundían en un planeta que no se parecía a sí mismo. Hubiera dado la mano a algunos amigos si no hubiera sido por la forma como languidecía su sangre borboteando en sí misma, y por esas trayectorias hacia lugares donde yo no quería ir. No debí entrar por ciertos caminos, fue como abrirle la puerta a mi perdición, conocer el bien y el mal y su pacto corrupto. No todos soportamos lamer la sal de nuestra piel. Hubiera rezado en los templos si no hubiese sido por lo t

ENTRE LÍNEAS

Recuerdo el día en que me enseñaron la línea recta, su inaplazable forma, su único camino.   Miré en sus ojos y tenía aire a poema sordomudo, paralizaba mis neuronas y caí arrodillada.   Desde entonces, me asustan las líneas rectas, las desprecio con el soterrado odio con que se venera y se teme a un dios. Luego conocí las líneas curvas, su exaltado planeta.  

SIEMPRE NUEVA (PARA TERESA ALZATE)

  Estás aquí desde hace mucho pero eres siempre nueva, pasajera alegre del tiempo, de sus plantíos de ciruelos, de las copas de cristal -su truco de uvas-, todo lo que complace a la tierra. Los días no se te aparecen los persigues como a arcángeles, les pones nombres y música y al amanecer bailas vals.   Teresa: A todos nos toca irnos, pero tú, pareces siempre quedándote ¿Será el amor y sus sílabas? ¿Será Dios? ¿Será el poema que aún te falta escribir?

PÁJARO Y SOMBRA

  ... “hay sombras que no parecen sombras como la de un pájaro         desde la altura del vuelo” Hugo Mujica Un pájaro vuela muy alto. ¿Dónde está su sombra? Ha abandonado al pájaro. Desciende afanosamente porque quiere tocar tierra para lograr ser sombra. Pero jamás llega.

PALABRARIO

  Algunas palabras se entrecruzan, se abrazan, se juntan,se enamoran. Dan a luz bellos hijos que son nuevas palabras, vocablos que brillan plenos de significado. Por ejemplo, TRINO se unió con VIENTO y nació FLAUTA luego FLAUTA se juntó con ALMA y engendraron MÚSICA ,   después, MÚSICA se enlazó con CUERPO y germinó BAILE y BAILE desposó a CORAZÓN y nació AMOR .  Otras palabras son menos afortunadas. Sus casamientos no resultan nada bien. Conciben  vocablos pandilleros, maleantes,seres que oscurecen el alma de quien los usa.. Por ejemplo, ODIO se confabuló con VIOLENCIA y apareció GUERRA. ENVIDIA ofreció refugio a tres palabras perversas :  MEDIOCRIDAD, MEZQUINDAD y PUÑALADA. Condenadas a cadena perpetua,  conviven en la misma celda  MENTIRA y MÁSCARA , cuando DISFRAZ entra a visitarlas, HIPOCRESÍA inunda todo el penal. De vez en cuando ataca esta camarilla de temibles palabras:  OSCURIDAD , CUCHILLOS, MURCIÉLAGOS , HURACÁN y ALARIDOS ,  cuando esto sucede, no hay nada qué hacer, se de

EL MACHO

  Se comió a Maricarmen con salsa de manzanas, así le gustaba más que solo con sal y violencia.   A Pilar la rompió en pedazos para después arrojarla al bote de la basura, junto con otros desechos.   En una noche de invierno, para darle más calor al fuego, encendió a Lucía; pero cuando llegó el verano, necesitaba algo más fresco, entonces utilizó a Rosita. A Silvia se la ganó con espejitos y embustes; la tiró dentro de un cofre como el más fácil de los premios. Pero un buen día, se topó con Luisa, quien era mucho más que carne. Ella despreciaba sus piruetas, no era fácil de quebrar y descubría el engaño. No sabía qué hacer con ella ni ella qué hacer con él. Él, porque la veía muy grande, respetable y diferente. Ella, porque lo percibía indigno, insignificante, elemental, cobarde.

CUEVA

  …”la mirada hacia atrás, más allá de los cómodos anales de la historia, la rápida mirada por encima del hombro hacia el terror primitivo.” T.S.Eliot Transcurre mi vida huyendo de un terror primitivo. Aún soy el pájaro cruzado por una flecha, el que dejó sus alas para volverse lodo. Uno tras otro, desfilan los hombres, presiento bajo sus ropas brújulas falsas, me carcome a veces su sonrisa. Atacan horas con ojos de insecto.   Entonces me digo:  “estoy convencida”, pero los invito y abro las ventanas, ofrezco el vino y también sonrío. Huyo de un terror primitivo. La tierra -su espectáculo displicente-, la sangre con esa simpleza tan ajena a nuestros disfraces, el olor a muerte en los recién nacidos, la forma rara en que nos vence la noche. Transcurre mi vida igual que la de todos, en eterna huida, mirando hacia atrás, desconfiando del horizonte.

REY DE GRAFITO

  En la punta de un lápiz se concentra el cosmos, la libertad más amplia, toda la sabiduría del hombre, la voltereta de sus sueños. Cuando escribo, salta la energía desde la punta del lápiz hasta el cometa más lejano, cuando regresa, ha quedado escrito algo mágico, algo que agrede con su misterio. Cuando esa chispa de grafito retorna, el papel recarga su llamarada, no queda más que seguir su rastro y descifrar entonces su arabesco. En la punta de un lápiz reverberan los huecos negros, el génesis y el hondo secreto de la tierra. Si la punta del lápiz se agota, asalta una profunda inquietud, es urgente hacer que reaparezca, no vaya a ser que se esfume el universo.

LLOVIZNA

  Iban cayendo trozos de hielo, pedazos de cobre, besos, un crucifijo, tres manzanas. Le pregunté: ¿por qué has regresado? Luego vi cómo caía un poema. No vi nada más.

MISERERE

  Hoy también me quieres. A mí, la loca, la endiablada, la de la burbuja indomable. Hoy también me quieres. Pido permiso para atravesarte con gelatina celeste,                      con agua de río. Hoy también me quieres. Así, con mis doscientos tres puntos cardinales, ancha como una hoja en blanco, y en cada margen los dedos abiertos, para lavar tu corazón con aceite multigrado. Hoy también me quieres. Y no sé decir sí, y no sé decir no.

Sobrepoblada

  Todos mis amores viven conmigo, atraviesan la luz, toman forma de goterones, respiran, se acomodan en una arruga del vestido.   Ellos nunca duermen aunque yo caiga vencida del sueño. Mis amores nunca duermen, porque si lo hicieran, sería yo quien jamás despertaría.

Nueva York: estación del metro II

  Por estas escaleras acecha un poder más mugriento que ellas. Una baba espesa dispone conservar la eterna suciedad, los escupitajos, el culo del mundo, la desesperación. Todo lo que sea necesario para mantener la sumisión. Y entre la basura, pasa la clase obrera pisándose a sí misma cuando sube y baja, escalón tras escalón.

Nueva York: estación del metro I

  Estoy dentro del vagón, en dimensión paralela con el resto de malditos. Las lecciones de buena educación ordenan: No os miréis, mirad sólo lo que cargáis en el hígado,                       vuestra ciudad nocturna, no recordéis la condena subterránea, dormid mejor dos minutos, junto a la fruta prohibida, estad atentos a los paquetes peligrosos, más ignoraos los unos a los otros, recordad que el valor de un penny tiende a cero, no os acerquéis a las puertas eléctricas, -en pedazos costáis menos que un penny-, esquivad los charcos de orines, aunque afuera igual hieda a zombi, a ladrillo avinagrado, a coliseo romano, mirad sin parar vuestro teléfono móvil no vaya a ser que os surja un pensamiento, una idea que destruya el universo, acostumbraos a la suciedad, no vaya a ser que lavéis vuestras sábanas, no habléis nada entre vosotros, no vaya a ser una revolución.

PASÓ ASÍ ...

  Nuestro problema fue empezar a querernos                        antes de encontrarnos, haber saltado las barreras del blanco y el negro, hacer con los sueños nuestra voluntad. Nuestro problema fue haber comido del mismo plato sin que existiera comida ni plato, sin que siquiera nosotros existiéramos.

Hija pródiga

  Se fue la madre como si fuera un hijo. Empacó sus cosas, voló hacia la libertad. Su padre no dijo nada, mucho menos el marido, sus hijos tampoco hablaron. La madre tierra cantó                y bailó.