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Mostrando entradas de marzo, 2022

HOJA EN BLANCO CON CORAZÓN

  Llegó la hora de tu poema. Engranaje de ganzúas húmedas para tu anochecer en espiral. Canción que a cada paso te nombre y tú pongas la manta o el trigo.   Llegó esta tarde con su palabra, a pesar de su hueso de pez, de sus dolores enfermos. Llegó, con el beso que guardamos en la página de un libro, con tus ojos que tocan el violín, con los míos que te aman en tres lenguas. Llegó esta hora en posición germinal. Escucha mis ciento cincuenta verbos sembrados en el fondo del papel, mira qué bella para ti la letra ye y cómo te escalan mis cien vocales. Escribir "te quiero amor" no basta. Escribir " estoy llorando" no basta. Hay que echar a correr un río por el corazón de una fruta, arriesgarse, así en esto se apueste la vida, subir por la montaña del génesis hasta el punto más alto donde espera un rostro brillante de un solo ojo. La hora para escribir "te quiero" es la hora de la certeza, la que re

TESTAMENTO 3

  Se pierde mi nombre en la boca de los que se van. A veces yo también lo olvido o lo diluyo en el revés del agua. Siento mi abrazo cruzado por fronteras, esas que otros ponen contra el mundo. Me percato con terror del odio y sus remilgos. Es verdad: se necesita un dios o al menos un antes y un después. Un antes que sea largo y paciente, un después que cure la memoria. Es mi edad. Hoy el horizonte es apenas una excusa, disecada y sin creer más que en la verdad, en mi verdad pequeña y maliciosa: Sístoles y diástoles con sus tres golpes fantasmas. Contratos más o menos favorables. Esta poesía interminable y reticente.

GEOMETRÍA REDONDA

  Todos me dicen que una línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Nadie me ha dicho cuál es la mejor forma de emprender ese trayecto. Caminar en línea recta no deja explorar el terreno, pero lo intento. Doy un paso. El primero de quién sabe hacia qué mundo. Mis pensamientos forman un tornado, furia que me bendice desde el aire. Doy otro paso. Chispean ideas líquidas. Del suelo salen otras puntiagudas. Sigue el tercer paso. Ya casi logro andar en línea recta. ¿En dónde guardo esta risa sin razón? ¿El llanto que acaba de arribar del infierno? ¿La respuesta que tengo agazapada? El siguiente paso cruza por el fango. La humedad me permite recordar que el agua sólo sabe  lo que es ser agua, cuando se transforma en diluvio. Tras el quinto paso, no hay nada que hacer. He salido volando. Para entender mis fronteras me forzaré a cruzarlas. Alguna vez regresaré.

PRÓTESIS PARA EL ALMA

  Mi alma vive tirada en la calle. Abre la boca para que le caiga agua de lluvia o alguna gota de alcohol barato desde una pesadilla. Mi alma vive en guerra conmigo, me grita traidora cuando me peino, cuando me levanto a las cinco a trabajar. Carga dos piedras de luna y otra que es un cometa apagado, me las clava en la garganta cuando me siento a escribir. Mi alma harapienta, de humilde estirpe: la salvaje. Ni siquiera en desnudez puedo asignarle  un verso ni en la cobardía del silencio contener nuestro abismo. Tanto mal le he causado por estos caminos estrechos, alardeando de equilibrista        y sin caerme jamás.

LA ESTATUA DE NADIE

  En bronce. Que sea en bronce la estatua de Nadie, homenaje al hombre justo, al señor inexistente.   Juan Manuel Roca   Construiremos la estatua de Nadie en el material que nunca fue; extraído de la esquina más oscura de los retrocesos.   Vamos a instalar estatuas de Nadie en todas aquellas ciudades que ninguno quiera, para que las admiren todos los ausentes.   Colocaremos ese monumento en medio de una plaza inexistente, recorrida por árboles de espuma bostezada                 y jardines del no más. Su transparente metal –hecho de anteayeres– brillará por siempre en esta época heroica de desdibujos   Que nadie deje de venerar la estatua de Nadie                              que somos todos.   Todos en camino cierto hacia lo que Nadie quiere.

AÑOS LUZ

  Esta sensación de no pertenecer,   me ha librado de sentir sobre mi cuerpo la temperatura de este único sol, de tomar vino y saciarme siempre, de los paisajes con sus máscaras y de este nombre mío, tan invasivo. Fijo mis ojos en otros ojos, pero ni siquiera estoy cerca. He entendido la ecuación del tiempo, las variaciones del imposible, la fórmula de lo endeble. He visto cómo todo se diluye en vapores ingrávidos y lo que acontece después. No me alcanzo a sujetar        de ninguna palabra, a nada de lo que hoy pasa. Sé que nada formará parte del futuro. El futuro en realidad no existe,