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Mostrando entradas de febrero, 2022

LUZ Y SOMBRA

  Amo el mundo cuando se muestra recién nacido y se hace masa de pan, madre o alquimista.   Cuelgo árboles dulces en los domingos de mi padre.   Su Danubio insistentemente azul. Valses que sujetan mi vida mientras cruzo pasadizos de rítmico misterio. Hurgo en la cantera de las matanzas, en la cruel matemática de los hombres, para luego enrollarme alrededor del pecho la materia cóncava de mis amores, su respiración fosforescente. Aprendo con todos los demás, que la vida es un tentáculo de sangre amoratada, y aprendo también a olvidar en el hueco de unos labios, en el remedio natural de los orgasmos. Busco la luz. En las letras se consagra una obra teatral,                                 un desafío estilizado. La poesía y su sonido estereofónico.   La poesía y su buena costumbre de escapar. Y al tiempo la sombra,  agua de carbón, -la de los platos sucios-, aplaudiendo esta tragicomedia de sordomudos ante quienes el incrédulo p

FEMINICIDIOS

  Se han reportado las muertas. Aparecen bien ubicadas, una debajo de la otra.   Han pasado al mundo de las estadísticas. Ahí permanecen calladas, como siempre. Mudas, esperan a que lleguen las demás.   Se abrazan, se reconocen entre sí, pues no sólo arriban desnudas, también están vacías por dentro y muertas desde hace muchos siglos, desde el primer día del silencio.   La tierra les ofrece un sitio de descanso.   Apenas ahora. Sólo ahora.  

LA URGENCIA DEL TATUAJE

  Era urgente ir creando recuerdos. Urgente era escribirte poemas. Desempolvar una rosa de la Biblia para después ponerla en los besos. Apremiante era dejar un testimonio.   Antes que te olvidaras del amor, de los candados lilas del edén. Antes que regresaras a ti mismo, a tu olfateo sonoro, a tu estridencia.

LA POETA

  Yo no soy nada de lo que dicen mis poemas ni siquiera creo en el amor. Escribo, porque busco tantas cosas que aún no tengo, porque creo en que cada palabra ha de llegar como un hijo nuevo con su pan bajo el brazo. Letras que camuflen y aderecen, una pizca de emoción bien enraizada, dos vocablos que insuflen dos latidos para este corazón mal educado. Yo no soy nada de lo que dicen mis poemas. Vivo disfrazada entre mis párrafos. No soy humilde ni profunda y solo tengo lucidez allá distante escrita por azar en un terceto. Soy una impostora metafórica. No soy condescendiente como dicen esos versos, ni mucho menos moderada, así predique con trampas maliciosas entre alfabetos, tinta, papel y sueño.   Soy porfiada, ansiosa y egoísta, entre otras cosas peores y secretas.   Si esos escritos de mí algo bueno dicen, es porque hace ya tiempo, y por suerte, se trenzaron con astucia palabras y poesía y desde entonces ya no fueron imposibles los más inver

RUTA DE VIAJE

  No temas a la distancia. Es la que nos une. Entre más lejanos nos encontremos, más hondo tiene que ser nuestro sueño. Entonces, no dejemos nunca de soñar. Soñemos hasta la última frontera, porque nuestra distancia es infinita.

ZAMBULLIDA

  Siento mis pies clavados en la tierra. Entre más lejano es mi destino, más hondas se me entierran las raíces. Si vuelo, sólo logro hacerlo hacia adentro, hacia el magma del planeta. Siento mis pies clavados en la tierra. La vida no es más que entrar y entrar en ella.

MIRADA

  Y en su mirada había muchos árboles muertos, gigantes, sin hojas, con grandes goterones de agua helada                         colgando de sus ramas.   Mirarlos podía asumirse desgarrador, pero extrañamente no resultaba así. Estaban ahí resguardados con cierta amorosa paciencia, con una dignísima resignación.   Era fácil acercarse a ellos y admirar las puntas del triste ramaje clavadas en ese cielo fracturado en todos los tonos del gris.   Indudablemente, también resultaba placentero asumir la lección que nos daba, para aceptar de esta misma forma a la vida, tan categórica e inaplazable.

EN PERSPECTIVA

  Una amante limpiando los rastros del encuentro. Muy pronto sabrá que la vida se reduce a guardar en la memoria un puñado de instantes.

DÍA DEL TRABAJO

  En este mundo tan democrático y libre, cada esclavo tiene asignado un precio, depende de cuánto le sirva al amo. Hay esclavos abundantes y baratos. Son leña con respiración, animales de carga y sueño. Muy fáciles de conseguir y más fáciles de desechar. Deambulan por el mundo hambrientos y rogando. Los esclavos baratos son para limpiar la casa, venden sandalias y blusas, pegan ladrillos, aran la tierra. Saben contestar el teléfono y mentir: “El amo no está”. Conducen autos, camiones, limusinas. Disparan un arma para protegerte y si lo ordenas ofrendan su vida o pescan. Las esclavas sin saberse esclavas, son carne para la sed del amo, carne para licuar en las piernas, bocas pálidas en pálidos cuerpos. Los esclavos baratos tienen el alma partida por la mitad y la voluntad mutilada. Su religión no es de biblias ni de templos, su libro de oraciones está infectado, pero rezan, porque rezar, es la forma menos maldita del silencio. Tienen dioses

A MI MADRE: MARIA OLIVA ARIAS PERDOMO

  Madre: ¿Si te escribo me leerás desde el universo? ¿Sabrás allá donde ahora estás, entre la insinuación del sueño y el infinito, que ahora estoy vieja como tú, que ahora ya puedo comprender las razones de tus esquinas resbaladizas, tus cultivos de frailejones congelados y la expresión poligonal de tu rostro? Madre, tal vez te viera llorar si ahora me vieras, tú, que amabas mi belleza, mientras yo esperaba la voz que aún espero. Ahora todo viaja hacia un punto amargo de reconciliación, hacia el fracaso, hacia la paz unilateral de la tierra. Mira, ya puedes llevarte las puntas de los alfileres, los verbos de mis sílabas pulverizadas. Yo aprendí lo que tú querías aprender, madre léelo desde el infinito. Yo escribí lo que tú querías escribir, madre, llévate los deseos sin herbario. Me decidí a ser feliz, espanta la víbora debajo de la cama. También grité, luché y no quise regalar ni una sonrisa. Madre, la gente entonces me miró con desconfianza. ¡Gr