COLISIÓN
Nada había entre nosotros,
apenas algunos fracasos,
un par de dedos taciturnos,
nada que alcanzáramos a comprender.
Pero una señal se prendía en los versos
y furiosamente leíamos poemas,
día tras
día,
noche tras
noche,
y mientras
tanto,
crecía hierba embrujada en el malecón.
Comentarios