Gajes de estos tiempos
Moriré por
acción de la guerra,
un día cualquiera,
en cualquier lugar.
Tal vez sea en la calle,
como una crisálida que explota,
volaré por los vientos
luego del cansancio laboral.
La guerra me llevará consigo,
me dará un beso en la frente
como la madre que es.
Los demás, apenas se inmutarán
seguirán su ruta como si nada,
les preocupará el menú de la cena...
o tal vez, sea de muerte natural,
pulverizada junto al átomo,
mientras leo poemas en silencio
sentada en la banca de algún parque,
sentiré la guerra horadando mi ilusión
y la luz mirará directo en mis ojos,
pues me habré convertido de pronto
en una de sus hijas predilectas.
Algún perro vendrá a olisquear,
lamerá mis restos del piso,
como restos de comida,
como restos de estupidez,
restos
de confianza.
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