REY DE GRAFITO
En la punta
de un lápiz
se concentra el cosmos,
la libertad más amplia,
toda la sabiduría del hombre,
la voltereta de sus sueños.
Cuando
escribo,
salta la energía desde la punta del lápiz
hasta el cometa más lejano,
cuando regresa,
ha quedado escrito algo mágico,
algo que agrede con su misterio.
Cuando esa
chispa de grafito retorna,
el papel recarga su llamarada,
no queda más que seguir su rastro
y descifrar entonces su arabesco.
En la punta de un lápiz
reverberan los huecos negros,
el génesis
y el hondo secreto de la tierra.
Si la punta
del lápiz se agota,
asalta una profunda inquietud,
es urgente hacer que reaparezca,
no vaya a ser que se esfume el universo.
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