LA URGENCIA DEL TATUAJE
Era urgente ir creando recuerdos.
Urgente era escribirte poemas.
Desempolvar una rosa de la Biblia
para después ponerla en los besos.
Apremiante era dejar un testimonio.
Antes que te olvidaras del amor,
de los candados lilas del edén.
Antes que regresaras a ti mismo,
a tu olfateo sonoro,
a tu estridencia.
Comentarios