AL AIRE LIBRE

 Estoy desnuda.

Estos son mis huesos, 

sueltan escamas secas y olor de mar,

mi esqueleto peregrino

en camino hacia la ciudad del éxtasis. 

Este es mi corazón, 

su cáscara de eucalipto,

tiene dos salas vacías, 

un cuarto abarrotado de avispas, 

en el jardín, una jauría de invierno. 


Desvestida, descalza, sin nada que decir,

abierta y triste como la vulva de una diosa, 

todo a la vista como en un templo.

Las manos hurgan en el fondo del abdomen,  

se  tiñen de negro en el ácido exaltado.

Estas son mis garras de hiena huérfana, 

las que se lanzan a rasgar gargantas,

las que luego se arrepienten con ira 

y lloran su arrepentimiento.


Sin nada que decir, como todo ser desnudo. 

Desnuda en mis cuatros eras de hielo,

en el infierno más frío de todos los infiernos.

Estos son mis ojos,

sin llanto para no restarle al dolor,

mis ojos extraños en su lago de azufre, 

su luz  fracturada, su goteo de sal.


Aquí estoy, como Dios me trajo al mundo. 

Este es mi sexo, una caja de colores,

reflector que alumbra en callejuelas,

en bosques profundos, 

en estaciones de tren.


La desnudez es el idioma más sincero.

Frente a mí un cadalso, una guillotina,

nunca he dicho nada y hoy tampoco diré. 


Desnuda como un caracol aplastado.

Taciturna de labios, de pechos afligidos. 

Expuesta en el altar del escarmiento.


Desnuda.

Estos son mis amores, muñones con gangrena,

estas, mis lágrimas sumergidas en cal, 

por aquí mis traspiés, 

las operaciones aritméticas que dieron cero.

Vengan a mirar las cicatrices, los tumores, 

esta soy yo cuando no abro la boca,

cuando me vence la tierra y me ataca el Espacio,

cuando al romper el poema me invade el sosiego.


Esta soy cuando nada me cubre,

cuando intento morir y solo me duermo. 

Desnuda estoy y para colmo de males,

al querer recordarte ya no estás aquí,

te dejé marchar demasiado lejos.

Esto es desnudez virginal, legítima. 


Nada me cubre, con la médula al aire,

algo terrible de ver, difícil de aguantar.

Solicito a todos los que están mirando

apartar la vista de mí, dirigirla al cielo,

hay nubes negras, se acerca un temporal. 


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