¿OTRA VEZ INSTRUCCIONES PARA SER FELIZ?
No me interesan las verdades
porque son otra mentira.
Me entusiasma una canción,
la velocidad de sus tonos musicales,
la bella forma en que son habitados
por los duendes que hoy resguardo.
No me interesan las matemáticas,
la crueldad de sus pendientes,
su oxidado ramo
de violetas.
Quiero
entrar en alguna tempestad
de esas que duran tres milisegundos
o en un terrón loco de azúcar,
en su baile
de gitano,
en su pasión sudorosa.
Si.
¡Un terrón
de azúcar podría ser mi salvación!
O mejor una
historia recién inventada,
de esas que contaba mi madre.
Vengo de no sé dónde
-un lugar que conozco bien-,
y voy hacia quién sabe cuándo.
Es decir,
estoy convencida de no sé qué.
Así es la
vida.
No me
interesan las verdades.
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