LECCIÓN DE HISTORIA
Eran los años indecentes del culto a lo material.
Caminábamos por túneles de mármol contaminado,
cloacas untadas de miel y alucinógenos.
Teníamos un número marcado en la frente,
la cara de dios trazada con fórmulas,
-multiplicación que ya no era de peces-,
pero sí de acciones en la bolsa de valores,
de bonos del tesoro, de multinacionales,
sumatorias de hombres,
cada uno con su dólar en el saco,
restas de mujeres,
cada una a merced de su devaluación.
La especie tendiendo a cero,
La tierra cercenada a la enésima potencia.
Eran los años de la algarabía econométrica,
de un alma escogida al azar
para tasarla con toda precisión
y luego dividida por tres pesos.
Eran años que hoy todos quieren
olvidar
civilización cuyos rastros nadie busca
Nadie excava en sus ruinas arqueológicas
Nadie hurga en su herencia maloliente.
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