GEOMETRÍA REDONDA
Todos me dicen
que una línea recta
es la
distancia más corta entre dos puntos.
Nadie me ha dicho cuál es la mejor forma
de emprender
ese trayecto.
Caminar en
línea recta
no deja
explorar el terreno,
pero lo
intento.
Doy un paso.
El primero de quién sabe hacia qué mundo.
Mis pensamientos forman un tornado,
furia que me
bendice desde el aire.
Doy otro paso.
Chispean ideas líquidas.
Del suelo salen otras puntiagudas.
Sigue el tercer paso.
Ya casi
logro andar en línea recta.
¿En dónde guardo esta risa sin razón?
¿El llanto que acaba de arribar del infierno?
¿La respuesta que tengo agazapada?
El siguiente paso cruza por el fango.
La humedad me permite recordar
que el agua
sólo sabe lo que es ser agua,
cuando se transforma en diluvio.
Tras el quinto paso,
no hay nada
que hacer.
He salido volando.
Para entender mis fronteras
me forzaré a
cruzarlas.
Alguna vez regresaré.
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