LA VERDAD

Volverás una mañana ya sin nosotros.


Vendrás desde una suspendida elocuencia.


Me vigilarás de lejos.


La misma seré, pero sin nombre,
luchando por la arena y por la sal,
caminando en reversa por los orificios nocturnos
mientras soporto el volumen de la palabra "nunca".


Volverás ciego y sin memoria,
más yo no habré olvidado quién fuiste.


Recordaré estos días que corté en tres,

cuando los sueños ultrajaron la tierra,


la forma extraña en que me hice transparente. 

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