SUMATORIA
Cuando hago cuentas,
nunca paso
del número dos:
Dos lunas,
dos planetas,
dos oscuridades,
un par de lágrimas,
un par de besos,
dos fantasmas.
Todo lo que
sobrepase el número dos está de más.
Más allá del
dos no hay magia ni misterio.
Todo es tan
simple y tan complejo como: uno más uno,
como un
universo en pos de sus manos y piernas,
de su cuerpo
entero y su grito de guerra.
El dos es la unidad con su espejo cierto.
El dos no
necesita más que la verdad y una cintura desnuda.
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