Anti funeral

 Voy a seguir viviendo como si estuviera muerta, 

con esa bella emoción de habitar casas profundas. 

Con los ojos enclavados en la viscosidad, 

tan lejos de la proyección que llegue al paraíso. 


Vivir sin estar,  

lejos de todos y con todos, 

limitando conmigo y las aves. 


Qué bello es vivir la muerte en la existencia. 

Se vive arriba, siempre arriba. 

Se vive abajo, siempre abajo.


Nunca en un sofá o bajo las sábanas. 


El alimento llega de la nada, 

el aire, del vacío. 


Me transformo en pez que respira de su ahogo, 

una espléndida carencia tan grande como Dios. 


Arrorró mi muerte...arrorró mi niña. 


Duérmete pronto, vida mía. 

En mí tan muerta, como tú, tan viva. 


Muérete en mí, vida mía,  

para que viva,

viva de muerte, y no de vida.


Comentarios

Entradas populares de este blog

ENTRE EL VASO Y EL AGUA

PENÚLTIMA ESTACIÓN