De regreso

 Haberte hallado

fue como haber visto a la poesía.

Ese cuerpo que se iba, 

pero tan palabra,

tan ensueño,

extremidad sensual.


Vi tres secretos que guardabas,

descubrí unas manos que escondías,

y dos vasos de vino sin tomar.


Te miraba mirándome mirarte.

Ya sabías el final de estos silencios.

Ahora, ya ves,  

aquí de nuevo en tierra,

sacando peces del lodo

y el libro de poemas de la infancia,

para decirte esto que no sabes,

que si sabes,  

que no supiste,  

que sí sabrás,


esto que nos une, 

que nos unió, 

que nos unirá.


Dos por uno:

el universo ha crecido

más arriba de la última torre.


Nosotros ya nos fuimos, para dejar de llegar,

y ya llegamos al pozo en donde fuimos,

ya sabemos que somos el uno para el otro,

ambos, para el único destino.


Partiremos iguales y llegaremos iguales

al sitio donde nos esperamos: 

solos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

ENTRE EL VASO Y EL AGUA

PENÚLTIMA ESTACIÓN