De tú a tú
No sé cuánto tiempo vivo conmigo
y cuánto con mi tristeza.
No sé si la arruga en la almohada
proviene de un sueño fracturado
o de ese recuerdo de torso desnudo.
Viajes de ácidos marinos
y de crueles epopeyas.
Mala suerte, tristeza.
Malas mañas las tuyas.
Venir todas las tardes
a hacerme un teatro,
a cantarme en sánscrito.
Mala costumbre la mía, quererte,
y hasta decirte “madre”
o asignarte nombres que me gustan.
Estoy que te sigo cuando te marchas,
para ver en dónde escondiste lo que te llevaste,
el día aquel en que juré y perdí
o cuando llegó el domingo
y no supe perdonar.
Ah…ahí era mi tiempo...
¡No hice nada!
Comentarios