HOJA EN BLANCO CON CORAZÓN
Llegó la hora de tu poema. Engranaje de ganzúas húmedas para tu anochecer en espiral. Canción que a cada paso te nombre y tú pongas la manta o el trigo. Llegó esta tarde con su palabra, a pesar de su hueso de pez, de sus dolores enfermos. Llegó, con el beso que guardamos en la página de un libro, con tus ojos que tocan el violín, con los míos que te aman en tres lenguas. Llegó esta hora en posición germinal. Escucha mis ciento cincuenta verbos sembrados en el fondo del papel, mira qué bella para ti la letra ye y cómo te escalan mis cien vocales. Escribir "te quiero amor" no basta. Escribir " estoy llorando" no basta. Hay que echar a correr un río por el corazón de una fruta, arriesgarse, así en esto se apueste la vida, subir por la montaña del génesis hasta el punto más alto donde espera un rostro brillante de un solo ojo. La hora para escribir "te quiero" es la hora de la certeza, la que re...